Ofrecemos servicios de mantenimiento de toda o parte de su infraestructura tecnológica. En esta modalidad se firma un contrato de mantenimiento en el que se incluye la infraestructura a cubrir, horarios y canales de atención, modalidades de soporte, tiempos de respuesta, etc.
Las fases habituales de un mantenimiento tecnológico suelen ser:
Los canales habituales de atención son el teléfono, correo electrónico, chat, audio o videoconferencia o una aplicación de gestión de incidencias. Dependiendo del tipo de contrato el desarrollo de mejoras o cambios puede estar incluido sin coste adicional, siempre que se lleven a cabo de manera paulatina.
En muchos casos, buena parte de las acciones de mantenimiento pueden llevarse a cabo de manera remota, redundando esto en un menor tiempo de respuesta a muy bajo costo.
El objetivo de un contrato de mantenimiento tecnológico es que el cliente se despreocupe de su infraestructura tecnológica y conozca de antemano el coste mensual de su mantenimiento. Dentro de esta modalidad se pueden ir añadiendo nuevos elementos tecnológicos, revisándose la cuantía mensual cuando sea necesario. También puede proporcionarse nuevo hardware, software o consumibles.